EL PODERÍO CAÑÍ DE MANGO EN MADRID x José Durán
Si alguna marca española se caracteriza por lo variopinto, esa es Mango. Scarlet Johanson como imagen mundial, Anja Rubik fotografiada por Terry Richardson como top para esta temporada, Jean Paul Gaultier entrengando el boton de oro hace apenas unas semanas en Barcelona… y nuestra top model más old school, la siempre alegre Nati Abascal, montándoles una colección exclusivamente para ellos, “Chosen by Nati”, y atrás quedan las colecciones de las hermanas Cruz y la también actriz y modelo Mila Jovovich. Eso me gusta, estar en la vanguardia de la moda, sin olvidar raíces, llamémoslas catalanas o cañís –no me voy a meter en nacionalismos– mola, que de repente una marca patria, dé un poco de guerra, y provoque interés fuera. Otro punto interesante es como Mango sabe mostrarse, creo que es la única marca española -que digo marca, no firma que desfila en las mil pasarelas que tenemos– que monta un desfile como dios manda, vamos como los de fuera: Con un buen casting, buscando espacios interesantes, y montando una post fiesta, de esas que acaban en resaca gorda al día siguiente –sí señores, las barras Mango son muy peligrosas-.
Si estos desfiles de la marca se habían convertido en cita obligada de la farándula fashion barcelonesa, ahora lo son de la prensa & blogueros de Madrid. El pasado martes 18 de Noviembre, la marca catalana aterrizó en Madrid para enseñarnos las propuestas para el próximo verano 2011. El edificio de correos de Madrid el escenario, una rambla al más estilo mediterráneo el decorado de la pasarela…para una colección, muy Mango, bajo el estilismo de Damian Casado -director artístico de la firma– y de Anastasia Barbieri, últimamente la marca ha decidido refrescarse con la colaboración de la afamada estilista del Vogue París, y parece que lo consigue. El desfile largo, muy largo, cerca de 70 salidas, a un ritmo, para el gusto del que escribe, lento, muy lento…
Sigo pensando que el equipo de diseñadores de hombre, trabaja flojo… gana como siempre la mujer. La primera parte de show, la más working girl, más que aceptable, cómodo y el resultado bueno, apetecible para comprar y combinar con algún complemento de un poco más caché. Los zapatos, simples en diseño, y simple en comodidad, a leguas se veía que no eran cómodos, ni fáciles de llevar, las chicas torcían los tacones caminando, a tener en cuenta para la producción señores de Mango. Y llegó la noche, fantasía sedas… y vaporosos vestidos de noche sello de la marca. También correcto, pero tampoco nada que no veamos en otras marcas y desfiles.
Y llegó el canapeo, también desfilando por la pasarela, y el copeo… y la fiesta de la mano de Micky Green, no me preguntéis que no la conozco, pero rastreando por las redes resulta que es una exmodelo australiana reconvertida a cantante pop. Gerard Estalella calentó motores con un poco de pop electrónico del momento, disco y hits de turbo de ga ga a Kylie, y la señorita Green remató la jugada.
El tema VIP lució más en la ciudad Condal, en la pasada entrega de premios botón con la atómica Scarlet, y el megatrónico Gaultier. Madrid atrajo a amigos de la marca, a esos mismos que cada día desfilan de la mano de Anne Igartiburu y su programa de corazón, el hijo de Nati, algún actor reciclado de al salir de clase junto a presentadoras de TV varias.
Voilà… y se acabó el desfile y chapeau! Por una marca como Mango y ese poderío a la hora de montar un sarao. Felicidades. Que otras marcas copien el sistema. Texto: JOSÉ DURÁN
