miércoles, 4 de mayo de 2011

Artículo opinión - Neo2 Mayo 11 - Extended Version

LOS ULTIMOS DE LA FILA

Jose Duran, periodista, producer y booker en la agencia de modelos Viva Paris.


Por x motivos he ido trabajando durante todos estos años en diferentes trabajos en torno a la moda, y la sensación de que somos los últimos de la fila siempre la he tenido presente. Pongo ejemplos. Estoy cansado de comparaciones de colegas extranjeros del tipo, “this is Spain”, “siesta time”, “lazy people”, “nobody working on Friday afternoon”, etc. La imagen que proyectamos continúa siendo la de un país con mucho sol, alegría, castañuelas, pero que no se entera de lo que se está cociendo. Pongo más ejemplos, revistas españolas en los desfiles internacionales se encuentran en la base del triángulo jerárquico, con agencias de modelos ocurre lo mismo, el mercado Español sigue siendo él último de la fila, un país con marcas de mucha pasta y poca cosa más – imperio Inditex, Mango y sus celebrities, y el colorido de Desigual que está inundando el mundo y conquistándolo – por poner quizás los tres ejemplos más poderosos. Me aburre todo esto. Se intenta vender una imagen de nuestro país llena de creativos, de gente que triunfa fuera – pero el reflejo que sigue existiendo tras nuestras fronteras es el de la nada. Lo triste de esto es la sensación contradictoria que vivo en torno a esta idea. Muchas veces comparto la opinión de estos colegas o colaboradores de fuera, ante la poca profesionalidad que proyectamos fuera, pero lo cierto es que en ocasiones, en muchas ocasiones esto es falso. El otro día en París, hablando con un compañero de trabajo, agente también de modelos, me quedé un poco perplejo. El tema de conversación era la última colección de Guesquière para Balenciaga. Mi colega arremetía contra la colección – ella es mujer – criticaba como las prendas no eran llevables para el día a día de una mujer, no eran prácticas. También generalizaba de cómo habían perdido fuerza las colecciones en París, nostalgia de tiempos pasados, la semana de la moda, ya no era lo que era antes. Automáticamente le di la réplica, sí de acuerdo Balenciaga no es ponible, no es un Balmain para estar sexy, ni una Isabel Marant para estar divina para el trabajo. El concepto es otro. Pero esto no fue lo chocante – te puede gustar más o menos lo que haga Nicolas Guesquiere – lo chocante fue cuando le di le réplica a su hastío por la fashion week de Paris, tirándole la piedra de: y nosotros ¿qué...?, ¿qué me dices de Cibeles?, ¿qué me dices de 080? – ni conocía la plataforma de moda catalana -; Cibeles le sonaba, pero estaba perdida con las fechas del calendario, lógicamente, coinciden de pleno con la semana de desfiles de Londres. Es una sensación como digo, de vacío, de no existir...y es una sensación que me gustaría que desapareciera. Me gustaría que de repente alguien de fuera me hablara bien de una colección de un diseñador de aquí, que me informaran que van a venir a Cibeles por la calidad de sus propuestas, no por qué están invitados y Madrid es grande en juerga – o mejor a una única pasarela nacional no politizada -  para ver un desfile que les resulta interesante;  que de repente una modelo se vuelva loca haciendo una campaña para un diseñador de aquí, por qué ni eso tenemos, ni imagen de diseñadores que están desfilando en las dos plataformas o semanas de la moda más conocidas, desfilan y ahí acaba la cosa, hasta la próxima colección y su dichoso desfile. Quiero que el “this is Spain” deje de ser el último de la fila. Que nuestra industria – me refiero a la de moda – crezca y se desarrolle de una vez. Pero cada vez me doy más cuenta – muy a mi pesar – que eso es como un sueño.

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